julio 14, 2009

Carta de amor (lettera amorosa)

Si mis ahogados suspiros,
Si las entrecortadas palabras
No han podido hasta ahora,
Oh bello ídolo mío
Desvelaros mi llama de amor,
Leed esta nota,
Creed en este papel,
En este papel en el que
Bajo forma de tinta mi corazón fluye.
Aquí descubriréis
Aquellos internos pensamientos
Que con pasos de amor
Mi alma recorren;
También veréis arder mi fuego
En vuestra belleza
Como en su propia esfera.
Y no hay parte en Vos que,
Con invisible fuerza de amor,
No me atraiga;
Ya no soy otra cosa
Sino de vuestra belleza presa y trofeo.
A vosotros me dirijo, oh cabellos,
Mis queridos lazos de oro.
¡Ay! ¿Cómo podría ponerme a salvo
Si como lazos mi alma engarzasteis
Y como oro la comprasteis?
Pues vosotros, vosotros sois
Cadena y precio de mi libertad.
Mis preciosos estambres,
Mis divinas hebras rubias,
Con vosotros la eterna parca
En el fatal huso de mi vida devana;
Vosotros, vosotros, cabellos de oro,
Vosotros sois las chispas y los rayos
De aquella que es todo mi fuego.
Pero si chispas sois
¿A qué se debe que en todo momento,
Contra la usanza del fuego, descendáis?
¡Cómo os conviene descender para alcanzar
La mansión celestial a la que aspiráis!
Oh centro de mi sufrimiento, oh paraíso
Que reposa en este bello rostro.
Mi querida salva de oro,
Riquísimos cabellos,
En vosotros Amor urdió este laberinto
De donde mi alma no logrará salir.
Que la muerte rompa las ramas
Del precioso bosque
Y de la frágil carne
Separe mi espíritu,
Pues entre frondas tan bellas
Permaneceré prisionero
Convertido en gélido polvo y desnuda sombra.
Dulcísimos vínculos,
Mi bella lluvia de oro,
Que sueltos caéis
De aquellas ricas nubes
Donde recogidos permanecéis,
Al caer formáis
Preciosas tempestades
Y como olas de oro vais mojando
Escollos de leche y orillas de alabastro.
Muere súbitamente
(Oh milagro eterno
De amoroso deseo)
Entre tan bellas tempestades
Mi corazón consumido.
Pero ya me invita la hora;
Oh fiel mensajera de mi afecto,
Querida carta de amor
Que de mi pluma te separas,
Ve, y si Amor y el Cielo
Benévolos consienten
Que el rayo de los bellos ojos no te abrase,
Albérgate en el bello seno;
Quién sabe si no alcanzarás
Desde tan feliz lugar,
A través de senderos de nieve,
Un corazón de fuego.



CLAUDIO ACHILLINI
(VERSIÓN DE MERCÈ TORRA I BOU)

2 comentarios:

ANYELYT dijo...

Hola niño sabes tengo un premio para ti en mi blog ve por el.
SALUDOS.

Anónimo dijo...

MUCHAS GRACIAS POR PUBLICARLO!!!