noviembre 24, 2008

La Luna y La (rosada) Rosa

En el silencio estrellado
la Luna daba a la rosada rosa
y el aroma de la noche
le henchía —sedienta boca—
el paladar del espíritu,
que durmiendo su congoja
se abría al cielo nocturno
de Dios y su Madre toda...

Toda cabellos tranquilos,
la Luna, tranquila y sola,
acariciaba a la Tierra
con sus cabellos de rosa
silvestre, blanca, escondida...
La Tierra, desde sus rocas,
exhalaba sus entrañas
fundidas de amor, su aroma...

Sobre una azulada y fría cubierta,
era otra luna la rosada rosa,
toda cabellos cuajados,
las cabelleras mejidas
de la Luna y de la rosa
y en el crisol de la noche
fundidas en una sola...

En el silencio estrellado
la Luna daba a la rosada rosa
mientras la rosada rosa se daba
a la Luna, quieta y sola.

Miguel de Unamuno

noviembre 19, 2008

60 Visions (A Book of Prophecy)

Book I

Judgment Days

I:1. My heart can be hard as
stone and soft as water.
These days are the judgement
days, only the fittest of the
fittest shall survive.

I:2. If you don't know God
you gonna suffer and dead.
I could starve and suffer too,
but I know Jah.

I:3. The point is the fulfillment
of Revelation. I no say is my
work to go out in a Babylon
to really do what I do, but I
find myself doing it, and I cannot
stop it because a greater power than
the power of I know of myself,
make I do it.

noviembre 18, 2008

Estados de ánimo

Unas veces me siento
como pobre colina
y otras como montaña
de cumbres repetidas.

Unas veces me siento
como un acantilado
y en otras como un cielo
azul pero lejano.

A veces uno es
manantial entre rocas
y otras veces un árbol
con las últimas hojas.
Pero hoy me siento apenas
como laguna insomne
con un embarcadero
ya sin embarcaciones
una laguna verde
inmóvil y paciente
conforme con sus algas
sus musgos y sus peces,
sereno en mi confianza
confiando en que una tarde
te acerques y te mires,
te mires al mirarme.

Mario Benedetti

noviembre 13, 2008

Amor completo

¿Has anhelado, a través de los cansados días,
La visión fugaz del rostro amado?
¿Has clamado por un instante de paz
En medio del dolor de las penosas horas?
¿Has rogado por el sueño y la muerte,
Cuando el dulce e inesperado consuelo
Fue sólo sombras y aliento?
Hace mucho, demasiado, que el miedo no disminuye
Sobre estas ilusorias y reptantes flores.
Ahora descansa: pues aún en el reposo
Podrás conservar todos tus anhelos.

Debes descansar y no temer
Al acechante y sordo despertar
De una vida que transcurre a ciegas;
Llena de desperdicios y penas.
Debes despertar y pensar en lo dulce
Que es tu amor, en su íntimo ardor.
Será más dulce para los labios que conocerás,
Más dulce de lo que tu corazón intenta ocultar:
Anhelos absolutos e insatisfechos.
La respuesta a todas las esperanzas
Se cierran sobre tí, muy cerca.

Recordarás los antiguos besos,
Y aún el frío dolor que crecía.
Recordarás aquella poderosa dicha,
Y aún los ojos y las manos perdidas.
Recordarás todo el remordimiento
Por lo escasos que fueron sus besos,
El sueño perdido de cómo se conocieron
Es el sabor a miseria en tus labios marchitos.
Entonces parecía Amor, pero nacido para morir,
El Hoy es inquietud, dolor:
La bendición es el olvido, el silencio;
Mi Amor es solitario, más nunca será un secreto.

William Morris (1834-1896)

noviembre 07, 2008

Entre desvelos, tragedias y videos

Extremas dosis de adrenalina recibió al menos en las últimas dos semanas. Desde la detención de un narcotraficante apodado El Gaviota (y al que le encontraron parecido con el personaje principal de esta historia) en una lujosa casa que incluía a leones, panteras y tigres; balaceras en Lindavista, entrevistas con testigos de disputas entre delincuentes; golpes entre policías federales y "adelitas", marchas del Mesías tropical entre llamados a tomar la Máxima tribuna legislativa, tomas de El Caballito, transmisiones en vivo desde San Lázaro y la aprobación de la Reforma Energética; protestas encueratrices / desnudas y tambores de 400 pueblos, hasta la demandante cobertura en espera de la elección del primer presidente afroamericano. A partir de ese momento, parecía que la semana venía normal, pero a alguien se le ocurrió tirar del cielo un jet privado que estuvo a punto de caer en el cruce de Períferico y Reforma. Mucha adrenalina. Cámara en mano, tripié colgando y una intensa agitación al filo de las siete de la noche de ese martes fatídico, ese "Martes negro". Entre una extraña mezcla de olores a gasolina, cables quemados, autos incendiados, restos carne humana y un caos entre la gente, pudo presenciar lo que sobraba del avión donde viajaba el que fue secretario de Gobernación del presidente "espurio".

La gente se arremolinaba para asomarse a la tragedia. Los mexicanos somos morbosos, nos acercamos para ver sangre, para asomarnos a las tragedias, a los accidentes sin importar que generemos más tráfico o impidamos la salida/entrada de los equipos de emergencia. Pero así es la vida y la idiosincrasia de los mexicanos.

Él nunca había sido testigo de una tragedia de esas dimensiones. Y menos de un personaje tan importante en la política del país. Entre empujones y gritos de policías, caminó hacia atrás hasta pisar un objeto raro, extraño, entre duro y blando, revuelto en tierra, con un olor desagradable y un color peor aún. Se dio cuenta en unos cuántos segundos de que era carne humana... Después de eso se vino la cascada inconmesurable de información, conferencias de prensa, conjeturas, análisis...

Muchas emociones en tan poco tiempo, sin contar las tres felaciones que recibió de tres diferentes bocas...