Leónidas fue acribillado en cuanto Jerjes resultó herido ante miles de soldados que lo custodiaban. Una filosa navaja le arrancó unas cuantas arracadas de la boca. No fue un golpe mortal, no fue mortífero, pero a cambio lanzó una nube de flechas que pusieron fin a la historia. Leónidas no perdió esa guerra. El triunfo vendría poco tiempo después. Pero pareciera que esa victoria fue conseguida con un imprevisto. Como si, en un partido de futbol, obtuvieran la victoria en la mesa, por 'default' y con un registro en el marcador de 3-0... ¿Y cuando eso ocurre, el equipo ganador lo festeja en grande, como si hubiera logrado el campeonato mundial, a pesar de saber que no triunfó en el campo, sino en la mesa?
Muchas conjeturas. El resultado final aún no se ha develado...
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